Ca l'Artigues de la Serra

La masía ha sido construida por etapas, así lo demuestran los añadidos y
los cambios de estilos en sus fachadas. Está formada por un conjunto de
edificaciones que se irían construyendo entre los siglo XVI y el XIX,
aunque los datos históricos hacen pensar que debe haber construcciones
anteriores. La masía de Ca l'Artigues es de cumbrera paralela a la
fachada y la cubierta es a dos aguas con teja árabe, es de planta
rectangular y consta de planta baja, piso y buhardilla.
Ca l'Orlau

Ya
en el siglo XIX, era una propiedad de la familia Puig de Samalús, que
también poseía Can Dunyó, la masía vecina. Ca l'Orlau es una masía de
estructura compleja que se ha ido adaptando a
las necesidades de la vida agrícola y ganadera de los inquilinos.
Can Bosc

Las primeras referencias escritas de esta casa son del siglo XV, aunque
seguramente la masía es anterior a este siglo. Concretamente, el año
1452 el propietario de la casa era Pere Bosc, quien tenía algunas
tierras por el monasterio de Sant Pere de les Puelles, tal y como
sucedía en el caso del vecino de la masía Puig. Can Bosch forma parte de las masías de cumbrera perpendicular a la
fachada. Sin embargo, el rasgo diferencial de Can Bosch es que las
vertientes de la cubierta son desiguales y le dan un perfil asimétrico.
Can Comes
Documentada desde el siglo XIII, el año 1253 Simón de Llor vendió la
masía Ubach a Guillem Comes y los suyos, junto con un molino. Así pues,
parece que en el periodo medieval se consolidó un patrimonio importante
en manos de la familia Comes. Can Comes es una masía compleja que se ha ido configurando a lo largo de
los siglos. El núcleo primitivo de esta masía era una antigua
masía-torre, una construcción muy típica de los siglos XII y XIII, y que
ahora queda en la parte posterior.
Can Dunyó
Las primeras noticias de una familia apellidada Dunyó en Lliçà d'Amunt
son del siglo XIV. Concretamente, en el año 1349, Bernat Dunyó
estableció una concordia con Jaume Puig y Pere Fonolleda, y aún en esa
misma centuria, el mismo Bernat Dunyó y su padre, Guillem, firmaron un
recibo dotal a favor del campesino Jaume Puig. La última referencia
escrita de esta familia corresponde a agosto de 1653. Can Dunyó representa la pequeña masía del siglo XVII perteneciente a una
familia de la pequeña agricultura. Es un edificio de cumbrera paralela a
la fachada, y consta de planta baja y piso.
Can Moncau

Aunque
la masía es del siglo XVI, el nombre Moncau no aparece en el censo de
1553. Probablemente, entonces recibía otro nombre. Can Moncau representa
la tipología clásica de la masía que queda
establecida a partir del siglo XVI, coincidiendo con un período de
recuperación del campo. Una vez establecida la tipología de tres cuerpos
con la sala ocupando el cuerpo central, se hace evidente la simetría
compositiva de la fachada, que es una de las características de las
masías del siglo XVI. Originariamente, era una masía de tres cuerpos
paralelos.
Can Puig

Los
propietarios de Can Puig formaron un patrimonio notable que se
transmitió desde sus orígenes con la intención de garantizar su
integridad y su continuidad a lo largo del tiempo. La economía familiar
pasó por varios momentos, pero con un patrimonio tan notable, que
incluso las etapas más críticas de la historia rural catalana se
pudieron superar, aunque recurriendo a alguna forma de endeudamiento,
como por ejemplo los censales muertos, una forma de crédito. Can Puig
está formada por un conjunto de edificaciones rodeadas por
muros en la parte sur, que le dan un carácter fortificado. El edificio
más peculiar de todos los conservados es el que está situado frente a la
masía, mirando hacia la iglesia, adaptado al desnivel de la colina.
Can Xicota
Documentada desde el siglo XIII, en 1259 Ramon de Voltraria estableció
el Mas Xicota a Arnald Carreres, a cambio de que Carreres le enviara
alguno de sus hijos para cultivarlo. Efectivamente, una hija del
mencionado Arnald, de nombre Maura, y su marido, Guillem Burda, se
instalaron en Can Xicota.
Can Xicota forma parte de un conjunto de masías de cumbrera
perpendicular en la fachada, en las que se levantó el cuerpo central
para dar cabida a una buhardilla más amplia, aprovechando el espacio
bajo la cubierta inclinada. Se trata de una masía de planta basilical,
con un cuerpo añadido en el lado izquierdo.
La Torre del Pla

Según algunas hipótesis, la Torre del Pla habría sido el centro de una
gran propiedad durante el período romano, poseido por un patricio de
nombre Licius, a partir del cual se habría formado el término que
designa al pueblo (Licius, Liciano, Lliçà).
La Torre del Pla no es una masía clásica, sino que, por su estructura y
crecimiento, tiene unas características diferenciales. El origen de la
Torre del Pla se encuentra en la masía-torre de defensa, situada en el
lado suroeste de la actual masía.
Sergio Blanco
No hay comentarios:
Publicar un comentario